El Camino de Regreso a Uno Mismo
La autoestima es el pilar sobre cuál construimos nuestra identidad y nuestra forma de relacionarnos con el mundo. Sin embargo, cuando esta es baja, el camino puede sentirse lleno de dudas, inseguridades y una constante necesidad de aprobación externa.
¿Qué es la baja autoestima?
La baja autoestima se manifiesta como una dificultad para sentirnos valiosos en lo más profundo de nuestro ser. Es esa sensación de no ser lo suficientemente buenos, de no merecer amor o reconocimiento, lo que nos lleva a buscar constantemente la validación externa.
Las personas con baja autoestima suelen experimentar miedo a expresar lo que realmente sienten y piensan, evitan decir “no” por temor a ser rechazadas y sienten ansiedad en situaciones de intimidad y afecto. En muchos casos, terminan adaptándose a las expectativas de los demás, dejando de lado su autenticidad por miedo a no ser aceptadas.
Las causas de la baja autoestima son diversas y profundas. Pueden surgir en la infancia, a través de experiencias de rechazo, críticas constantes o falta de afecto, pero también pueden desarrollarse a lo largo de la vida debido a experiencias dolorosas o relaciones que refuerzan nuestras inseguridades.
El reflejo de nuestra autoestima en nuestras relaciones
En mi experiencia, la falta de autoestima me llevó durante mucho tiempo a ser mi peor crítica, a exigirme perfección, a nunca sentirme suficiente y a depender de la aprobación de los demás para sentirme valiosa. Con el tiempo, me di cuenta de que este vacío interno se reflejaba en mis relaciones. Atraía parejas que no me valoraban lo suficiente, pero en el fondo, ellas solo estaban actuando como un espejo que me mostraba lo que yo misma no estaba viendo: la necesidad urgente de aprender a valorarme primero a mí misma. Entender esto fue un punto de inflexión en mi camino de crecimiento personal. Me di cuenta de que nadie podía llenar el vacío que solo yo tenía el poder de llenar.
El camino hacia el amor propio
Aumentar la autoestima no ocurre de la noche a la mañana. Es un proceso de autoconocimiento, de romper creencias limitantes (gran parte de ellas incluso inconscientes) y, sobre todo, de aprender a tratarnos con amor y respeto.Requiere practicar la autocompasión, aprender a poner límites, validar nuestras propias emociones y darnos el amor que tantas veces buscamos afuera.
Porque al final, el mayor acto de amor que podemos hacer por nosotros mismos es reconocernos como suficientes, sin necesidad de aprobación externa. Es decidir, cada día, que merecemos amor, respeto y felicidad simplemente por ser quienes somos.
Y ese, sin duda, es el viaje más poderoso que podemos emprender.