la autoestima elevada , una necesidad que tenemos todos.

Un viaje de autodescubrimiento
La autoestima es la base sobre la cual construimos nuestra relación con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea. Es el reconocimiento de nuestro propio valor, la aceptación de quienes somos y la certeza de que merecemos amor y respeto, tanto de los demás como de nosotros mismos.
El psicólogo Abraham Maslow, en su teoría de la autorrealización, destacó la importancia de la autoestima como una de las necesidades fundamentales del ser humano. Según él, aquellas personas que logran alcanzar un alto nivel de madurez, autosatisfacción y autenticidad pueden enseñarnos mucho sobre el verdadero significado de la plenitud.
Sin embargo, fortalecer nuestra autoestima no es un destino fijo, sino un camino en constante evolución.
Construyendo una autoestima sólida
Personalmente, ha sido un proceso de años aprender a valorarme y reconocer mi propio potencial. He tenido que enfrentar y trabajar aspectos como la autocrítica excesiva, el perfeccionismo, la necesidad de complacer a los demás y la dificultad para establecer límites. He aprendido que el miedo al rechazo y la inseguridad solo pueden ser superados cuando decidimos vernos con compasión y nos atrevemos a dar pasos hacia adelante, aun con temor.
Cada día es una nueva oportunidad para reforzar la confianza en mis habilidades y aceptar mis debilidades sin juzgarme. Es un compromiso diario con mi autenticidad, con la decisión de mostrarme tal como soy al mundo y abrazar cada parte de mí, incluso aquellas que antes prefería esconder.
El poder de la aceptación
La verdadera autoestima no nace de la perfección, sino de la aceptación. No se trata solo de sentirnos bien con nosotros mismos cuando todo está en orden, sino de aprender a valorarnos en los momentos de incertidumbre, vulnerabilidad y cambio. Cuando nos aceptamos por completo, nos damos permiso para vivir con mayor libertad, soltar el peso de las expectativas externas y conectar con nuestra verdadera esencia. Nos damos el regalo de vivir en coherencia con lo que somos, sin máscaras ni miedo al juicio.
Un viaje que vale la pena
Construir una autoestima fuerte es un proceso continuo que requiere paciencia, amor propio y compromiso. No se trata de nunca dudar ni de no tener momentos de inseguridad, sino de desarrollar la capacidad de sostenernos con amabilidad en cada paso del camino. Si hay algo que he aprendido en este viaje es que la clave está en abrazarnos por completo: con nuestras luces y sombras, con nuestras fortalezas y vulnerabilidades. Y, sobre todo, en recordar que somos suficientes, tal como somos.